En el mundo empresarial es bien conocida la importancia del networking, muchos negocios se logran cerrar gracias a las buenas relaciones personales entre las partes, gran cantidad de “leads” u oportunidades de negocio llegan por medio de la recomendación de un amigo o de un cliente existente con quien se mantienen excelentes relaciones personales. Tomando prestada la definición de Roman Villaescusa Mora, Presidente de la Fundación Iberoamérica Emprende, “El Networking es una actividad metódica y sistemática que consiste en buscar contactos con otras personas, establecer relaciones y mantenerlas a lago plazo. Todo ello con la intención abierta de ayudarse y obtener ventajas mutuamente”. Incluso existe el término “Capital Social” para referirse a esa cantidad de “activos” que usted ha logrado capitalizar por medio de esta actividad.
Volviendo a la parte humana.
Ahora bien, siempre me ha parecido excesivamente fría la idea de hacer buenas relaciones personales con el único objetivo de ganar contactos de negocios, de hecho, el término “Capital Social” hace una clara referencia a asignar un valor monetario a cada uno de nuestros amigos y buenos contactos comerciales, el concepto nos invita a verlos como un activo más de la empresa. Si bien es cierto ese valor existe y el beneficio comercial de mantener excelentes relaciones personales con clientes y allegados es indiscutible, debo decir que después de algunas experiencias en ferias comerciales y ruedas de negocios, he logrado percibir cómo aquellos empresarios que ejecutan mejor esta actividad son quienes se presentan y comparten su tiempo sin tener en mente la posibilidad de un negocio a corto plazo, con cierta despreocupación comercial sonríen, toman café y bromean con sus contactos por el instintivo y humano placer de llevarse bien y aprender de los demás. Pareciera ser que, aquellos quienes confunden la amistad con el networking empresarial, son precisamente a quienes mejor les va en los negocios.
Más allá de las redes sociales.
Soy un verdadero fan de las redes sociales y un ferviente creyente en los buenos resultados que estas ofrecen a niveles organizacionales. Sin embargo, me parece que estrechar la mano, ver directamente a los ojos y sonreírle a uno de nuestros contactos comerciales, supera por mucho el poder de hacerle RT o un #FF en Twitter.
Con las apretadas agendas de muchos empresarios, es cada vez más común atender a un nuevo contacto por correo electrónico o por Skype, incluso muchos recomiendan esta práctica con el objetivo de ahorrar tiempo, evitar presas, etc. En los procesos de reclutamiento es también cada vez más común apoyarse en LinkedIn y algunas sesiones por Skype para las fases de pre-entrevista laboral, corriendo el riesgo de dejar de lado esa parte humana tan importante en las fases tempranas de reclutamiento. No quiero decir que estas prácticas no puedan ser efectivas igualmente, de hecho las considero herramientas complementarias de altísimo valor, sin embargo, siempre es bueno poner en una balanza el valor de volver a lo humano, de tomarse un café con un cliente y de invitar a jugar fútbol al equipo de alguno de sus clientes, entre muchas otras oportunidades para compartir.
En un momento donde Skype y las redes sociales son cada vez más nuestro pan de cada día, este artículo es solamente una invitación a pensar que en algunas ocasiones vale la pena dejar la comodidad de la oficina, la facilidad de hacer relaciones por Facebook, Twitter y LinkedIn, y regresar a las presas, a tomarse un café, estrechar la mano, asistir a las Ruedas de Negocios y Ferias Comerciales. Al final del día, más allá del “Capital Social” con el que logremos contar, valdrá la pena el sólo hecho de disfrutar de ese humano placer de conocer, aprender y fortalecer nuestras relaciones con los demás.
- Artículo original en inglés: “Returning to the human side: The networking beyond Facebook, Twitter and LinkedIn”. Ricardo Arce, Gerente de Proyectos de IGDonline para el Blog del evento Costa Rica Technology Insight 2010.